KIEV, Ucrania.- La escritora de Ucrania Victoria Amelina, herida en un ataque con misiles a un restaurante de Kramatorsk en el este de Ucrania, murió luego de varios días de agonía, por las graves lesiones que sufrió, informó la organización PEN Ucrania, que promueve la libertad de expresión y la literatura.
La escritora de 37 años fue herida cuando cenaba en el restaurante Ria Pizza y fue hospitalizada en Dnipró con “múltiples fracturas en la base del cráneo”, según el neurocirujano Vitali Savenkov.
El Gobierno de EEUU enviará ayuda militar adicional a UcraniaAmelina estaba acompañada de tres colombianos que sufrieron heridas leves: el ex comisionado de paz Sergio Jaramillo, el novelista Héctor Abad Faciolince y la periodista Catalina Gómez.
Abad y Jaramillo habían viajado a Ucrania para participar en la feria del libro de Kiev y conocer de primera mano la situación cerca del frente. Los tres colombianos sobrevivieron al ataque prácticamente ilesos.
Con su muerte, sube a 13 el número de decesos por el ataque ruso al restaurante.
Autora de novelas traducidas a diversas lenguas, la escritora nacida en Leópolis “había extendido su trabajo más allá de la literatura”, tras la invasión rusa de Ucrania, “documentado los crímenes de guerra rusos en los territorios ocupados”, según PEN Ucrania.
La sociedad civil, el Gobierno de Ucrania y las personalidades colombianas que estaban con ella cuando resultó herida rindieron homenaje a la escritora.
Ucrania aún está lejos de ser invitada a unirse a la OTAN“Compartimos el inmenso dolor de la pérdida y expresamos nuestras sinceras condolencias a la familia, los amigos, los seres queridos y los colegas de Victoria”, escribió el Ministerio de Cultura ucraniano en un comunicado publicado en su página de Facebook.
El texto recuerda que Amelina formaba parte de la rama ucraniana del PEN, una asociación internacional de escritores con presencia en más de cien países.
El compañero de Amelina en el PEN Ucrania Volodímir Yermolenko, filósofo y periodista, calificó la muerte de la novelista de “imposible de aceptar”.
“Bastaba conocerla unos minutos para admirar a Vika”, escribió en una nota de despedida Yermolenko, usando el diminutivo del nombre de la escritora.
Yermolenko explicó que el marido de la escritora y muchos de sus amigos estuvieron con ella en el hospital de la ciudad de Dnipró en el que estaba ingresada antes de que los médicos confirmaran su fallecimiento. “Todos esperábamos un milagro”, recordó.